¿Están las empresas contribuyendo a la transformación social?

Trabajadora con casco fábrica

El primer informe sobre la Transformación Social de las empresas necesario para lograr los objetivos de desarrollo sostenible realizado por el  World Benchmarking Alliance (WBA) deja en evidencia el enorme camino que queda aún por recorrer.  

El estudio evalúa a las empresas más influyentes del mundo en el impacto social que éstas generan en particular en tres áreas: derechos humanos, trabajo decente y conducta ética.

Después de analizar las primeras 1000 compañías de un total de 2000 de 70 países en los cinco continentes y que suponen una cuarta parte del Producto Interior Bruto mundial, la principal conclusión es clara: el esfuerzo de las empresas es en la mayoría de los casos, escaso.

Entre las conclusiones más destacadas cabe señalar:

  • Sólo una compañía de las 1000 empresas evaluadas cumple los 18 requisitos definidos por el WBA.
  • Apenas el 1% obtiene una puntuación superior a 15 puntos sobre 20. La mitad de las empresas obtuvieron una puntuación decepcionante (entre 0 y 5 puntos).
Mapa de las 1000 empresas analizadas por el WBA

Derechos Humanos y Trabajo Decente, asignaturas pendientes

En materia de Derechos Humanos 3 de cada 4 empresas 78% de las 1.000 empresas evaluadas obtuvieron una puntuación de “cero” en los tres indicadores de control en el ámbito de los derechos humanos (HRDD-Human Resources Due Diligence criteria). Mientras el 55% de las empresas publican un compromiso serio en materia de respeto a los derechos humanos menos de la mitad de ellas lo demuestran a través de evidencia real. Una cosa es manifestar un compromiso y otras es cumplir dicho compromiso con datos y evidencia demostrable.

En lo que se refiere a Trabajo Decente, sólo el 4% de las empresas publicaban objetivos concretos o afirmaban que ya pagaban a los trabajadores un salario digno. Sólo el 4% de las empresas dicen tener control sobre el numero de horas trabajadas y apenas el 4% demuestra que identifican las desigualdades salariales, revelando las diferencias salariales entre hombres y mujeres por categorías de empleados.

Respecto a la Conducta Ética sólo el 20% de las empresas publican un enfoque de alto nivel sobre los grupos de presión y un 8% revelan su gasto en grupos de presión e influencia (políticas de lobbying). Del mismo modo, no se encontró publicación de datos de sus estrategias fiscales para el 75% de las empresas, mientras que apenas el 9% de las empresas revelan el importe de los impuestos pagados por cada jurisdicción en la que la empresa es residente a efectos fiscales.

Bandas de puntuación de las empresas en impacto social

Falta de información pública de tipo social de las empresas

Respecto a la información que publican las empresas la ausencia de información significativa sobre cuestiones sociales es sorprendente. La puntuación más común en toda la muestra es de 0 puntos sobre 20, con 116 empresas de las 1000 que no cumplen ningún requisito en ninguno de los 18 indicadores.

Sobre World Benchmarking Alliance

World Benchmarking Alliance (WBA) es una organización sin ánimo de lucro con sede en Países Bajos fundada en 2018 bajo la convicción de que la contribución del sector privado es crítica para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas.

Con el propósito de evaluar la contribución de las principales empresas a nivel mundial a la consecución de los ODS, la primera consulta de la WBA fue lanzada en septiembre de 2017, coincidiendo con la 72ª Asamblea General de las Naciones Unidas.

En los últimos 5 años, WBA se ha posicionado como una organización reconocida a nivel internacional; y, a día de hoy, cuenta con el apoyo de diversos socios financiadores entre gobiernos, fundaciones privadas y otras corporaciones, más de 250 entidades aliadas y una plantilla de 85 empleados.

Puede acceder al informe completo aquí.

Medición del Impacto Empresarial como herramienta de gestión

La medición del impacto

Las empresas son actores clave en la sociedad actual. Muchos de los grandes avances del mundo han venido de la mano del sector privado. Michael Porter, en su estudio sobre shared value, muestra muchos ejemplos de cómo las empresas han impulsado el desarrollo social.

El primer programa a gran escala para diagnosticar y tratar el VIH fue implantado por una compañía angloamericana para proteger a sus trabajadores en Sudáfrica, según Mark R. Kramer y Marc W. Pfitzer en su artículo El ecosistema del valor compartido publicado en Harvard Business Review. MasterCard es otro gran ejemplo, al haber conseguido implantar la banca en el móvil facilitando el acceso a servicios financieros a 200 millones de personas en el mundo. Y el caso más reciente que tenemos ha sido la vacuna contra la COVID, que ha sido desarrollada y distribuida gracias, en gran parte, a los esfuerzos de la industria farmacéutica. 

En Transcendent entendemos que las empresas son agentes de cambio y que, aquéllas que consigan posicionarse en la zona entre el valor para el negocio y el valor para la sociedad, son las que conseguirán una ventaja competitiva. 

Ser agente de cambio quiere decir jugar un papel clave en la transformación de la sociedad, impulsando un crecimiento económico, social y medioambiental sostenible. Para ello es imprescindible conocer los impactos que genera la empresa en la sociedad, gestionarlos y medirlos para, como fin último, maximizar los positivos y minimizar los negativos. 

Para poder conocer, gestionar y medir los impactos necesitamos información. La información, las métricas y los datos son la base de toda decisión empresarial. Es impensable que una compañía acometa una inversión sin haber hecho antes un análisis financiero, o que lance un nuevo producto al mercado sin entender las necesidades de los consumidores. 

La mayoría de las empresas conocen, de una manera intuitiva, los impactos que generan en el medioambiente y en la sociedad. No obstante, todavía son muy pocas las que apuestan por cuantificarlos. En cualquier caso, antes de comenzar a explorar la medición de impacto, debemos entender muy bien qué es el impacto empresarial y cómo lo entendemos. 

¿Qué es el impacto empresarial?

El Impacto lo vemos desde una perspectiva de cadena de valor, en la que las compañías tienen una serie de inputs que transforman, a través de actividades, en outputs. Estos outputs son el resultado “tangible” de la actividad empresarial. Por ejemplo, para una empresa de infraestructura que construye carreteras, un ejemplo de input sería la materia prima utilizada para construirla y el output sería la carretera. 

Estos outputs generan “Outcomes” y, más a largo plazo, “Impactos”.  Los outcomes son los cambios específicos que generan los productos o servicios de una empresa en el comportamiento de sus clientes o usuarios, y los impactos, son la atribución de cambios fundamentales, intencionados o no, que ocurren en organizaciones o comunidades a largo plazo.  

Siguiendo con el ejemplo de la empresa de construcción de carreteras, el “outcome” sería facilitar el acceso a la Universidad a jóvenes de una pequeña ciudad, que gracias a la carretera (“output”), pueden llegar más fácilmente a la Universidad. El “impacto” es positivo, y podría ser el incremento en un porcentaje de la tasa de estudiantes con educación superior en el área en el que opera la carretera. 

¿Por qué medir el impacto empresarial?

Cada vez son más stakeholders los que demandan a las empresas tener retornos financieros positivos al mismo tiempo que generar un impacto positivo en la sociedad: 

·       Los inversores favorecen, cada vez más, a empresas comprometidas con la sostenibilidad (inversión ESG, inversión socialmente responsable…). 

·       Los reguladores, entre los que está la Administración española y la Unión Europea, exigen a las empresas publicar los estados de información no financiera. 

·       Los clientes y la sociedad prefieren consumir en empresas con propósito que estén alineadas a sus creencias y valores. 

·       Los empleados prefieren trabajar en empresas socialmente responsables y con respeto por el medioambiente. 

En este contexto, conocer y medir el impacto empresarial es una oportunidad para que las compañías se posicionen, diferencien y pongan el valor el efecto positivo generado en la sociedad de cara a inversores, reguladores, usuarios, accionistas y otros stakeholders. 

La medición del impacto empresarial

Los impactos son difíciles de cuantificar y medir, por eso no existe un consenso global sobre cómo medirlos, evaluarlos y reportarlos. 

Existe una amplia gama de metodologías para medir y gestionar el impacto dependiendo de dónde se busca poner el foco. Destacan entre otras GIIN, BLab, GRI, GSG, la OECD o el WBA. Varias forman parte de Impact Management Project (IMP), organización de la que somos aliados, y también están en el Impact Management Platform de reciente creación.

En Transcendent hemos desarrollado una metodología de medición de impacto basada en el IMP que permite cuantificar los impactos, positivos y negativos, y su posterior seguimiento y monitorización. 

Nuestra experiencia midiendo el impacto de grandes compañías es siempre muy positiva ya que los directivos adquieren información relevante para tomar decisiones con ella. Una tendencia que no para de crecer.   

Parece, por tanto, que la medición de impacto es el camino. Porque cuantificar los impactos permite a las compañías conocer, gestionar y tomar decisiones acordes con el propósito de las empresas, para que éstas puedan ser agente de cambio positivo en la sociedad. ¡Descubre más sobre la medición del impacto en nuestro blog!

Las 23 empresas españolas que lideran el mundo

Empresas españolas del cambio

Lo queramos o no nuestra empresa influye y contribuye de manera positiva (o negativa) a un mundo mejor. Lo queramos o no, nos pueden señalar para formar parte de un club que no hemos elegido estar por la razón justificada o no de que nuestra empresa se considera líder y/o ejemplarizante para las demás por motivos de distinta índole, siguiendo criterios de volumen de facturación o por número de empleados, tal vez por el sector en el que operamos o la comunidad a la que nos dirigimos, por nuestro tipo de producto o base de clientes o tal vez por la importante influencia de nuestra marca… 

Sea como sea, las empresas dejamos nuestra huella en el mundo.  Pero, ¿cuáles son las que dejan una huella para un mundo mejor? Y ¿qué es o cómo definimos un mundo mejor? 

Un mundo mejor lo define Naciones Unidas de forma tal vez simplista, pero acertada sin duda, como aquél en el que el crecimiento económico es sostenible, responsable y respetuoso con el planeta contribuyendo a la mejora de vida de las personas y que no deje a nadie atrás. 

Dicho objetivo está recogido en los de sobra conocidos 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible recogidos en la Agenda 2030 de Naciones Unidas, que vieron la luz en el año 2015. Por aquel entonces quedaban 15 años que se hacían largos para algunos y cortos para muchos, y que hoy a 9 años vista se nos hacen agobiantemente cortos para los grandes retos de la humanidad reflejados cada día en las noticias que nos llegan: desde un niño que muere en las playas de nuestras costas, hombres y mujeres congelados de frío en la frontera de Polonia y Bielorusia, mujeres sin derecho a trabajar, niñas que no pueden ir al colegio o padres con su hijo a hombros cruzando ríos donde se juegan la vida con la esperanza de un futuro mejor… 

Sólo las empresas pueden liderar el cambio 

De golpe y porrazo, y agravado por la pandemia del coronavirus, las encuestas demuestran que las empresas se perciben como los líderes del cambio y, por tanto, como la esperanza para lograr dichos objetivos.  

Ni gobiernos ni ONGs tienen los recursos para invertir los 90.000 millones de euros que se necesitan para alcanzarlos. Y seamos sinceros no son éstos los que generan el mayor impacto sobre las personas y el planeta. Son las empresas. 

Del mismo golpe y porrazo que llegó el Covid, en el año 2018 se crea el WBA, una entidad sin animo de lucro inspirada en los valores de Naciones Unidas. Si la esperanza de la sociedad está en las empresas son ellas las que se deberían convertir en el motor del cambio y la transformación que necesitamos. Y había que hacer algo. Si ellas son el motor ¿dónde está el combustible para ponerlo en marcha y que lo impulse para llegar en forma y a tiempo a buen puerto?  

The World Benchmarking Alliance (WBA): The Race to the Top

Este combustible es el WBA. El WBA es una fundación que nace en Holanda (país por excelencia pionero y referente en sostenibilidad e impacto) con el apoyo del gobierno holandés y de 20 entidades globales repartidas por todo el mundo dispuestas y unidas en torno a una misión: impulsar la carrera del sector privado hacia los ODS.  

El ranking de las 2000 empresas que lideran el mundo 

El primer hito no era fácil: elegir a las 2000 empresas más influyentes del mundo capaces de contribuir más a los Objetivos del Milenio. Enviar una carta a sus CEOs informando de que iban a formar parte de un Ranking Mundial que el mundo entero, consumidores, inversores, gobiernos, ciudadanos de a pie, conocería los resultados a través de una gran campaña en los medios y redes sociales a nivel mundial y pedir su colaboración en el proceso.  

El segundo hito, resultado de un estudio profundo y riguroso fue identificar los 7 índices o benchmarks, que responden a los 7 elementos transformadores que necesita nuestro sistema para ser responsable y sostenible. La transformación social (derechos humanos y Genero) que afecta a las 2000 empresas, y otros seis elementos o transformaciones donde las empresas podrán ser valoradas en 1 o varios, según la materialidad del impacto que genera su negocio. Estos son: naturaleza y biodiversidad; urbano o ciudades inteligentes; agricultura y nutrición; energía y descarbonización; inclusión digital y financiero. 

Quedaba un tercer hito, que no por ser el último iba a ser más fácil. Generar una hoja de ruta que marcase el camino ofreciendo herramientas y apoyo a las empresas para pasar a la acción. ¿El viaje? transformando y ajustando su modelo de negocio para ser generador de valor económico, social y medioambiental medible y gestionable que contribuya a uno o varios objetivos de desarrollo.  En definitiva, contribuyendo con soluciones innovadoras para que la generación de bienes y servicios de las empresas tuvieran un sentido más profundo que el mero hecho de producirlos, venderlos y consumirlos. 

Benchmarking for a Better World

Ser una empresa del WBA no se elige 

A esas 2000 empresas nadie las preguntó si querían formar parte de este ranking. Por eso, para motivarlas a que colaborasen y se involucraran, el WBA puso a su disposición sus metodologías, herramientas y hojas de ruta para lograr dos objetivos: la Agenda 2030 y una economía neutra en carbono. ¿El incentivo? liderar las primeras posiciones del Ranking Mundial y ser percibidas como la mejor empresa para un mundo mejor. 

Las 23 empresas españolas que lideran el mundo 

Pues bien, de esas 2000 empresas, 23 son españolas. De sobra conocidos por todos, el listado lo conforman Acciona, ACS, CaixaBank, Telefónica, Banco Santander, BBVA, El Corte Inglés, Mercadona, Inditex, Cepsa, Iberdrola, Nueva Pescanova, Indra, Naturgy, Ebro Foods, FCC, Ferrovial, Grupo Logística, Meliá, Renfe, Repsol, Siemens Gamesa y Urbaser.   

Las 23 empresas que lideran el mundo
Las 23 empresas españolas en el ranking del WBA

Y de golpe y porrazo, estas 23 empresas españolas de diferente tamaño, sector y capitalización bursátil…. forman parte de ese club de compañías que lideran el mundo.  Y lideran el mundo porque el WBA, constituido hoy como una alianza de más de 250 entidades a nivel mundial, las ha señalado como las más influyentes, no para decirles lo que tienen que hacer, sino para acompañarlas en el camino, ofreciendo luz y siendo guía en el apasionante viaje que supone lograr y contribuir de manera decisiva a los Objetivos del Milenio creando un mundo que no deje a nadie atrás. 

2023: Fecha de Publicación del primer Ranking Mundial 

La publicación de los índices y el esfuerzo de transformación de las 2000 empresas se harán públicas en el segundo semestre de 2023. Sólo nos quedan meses. Gobiernos, proveedores, inversores, empleados, consumidores y el ciudadano de a pie tendrá la posibilidad de conocer el Ranking Mundial de las empresas más sostenibles y comprometidas con el bien común.  

Para dar a conocer el proyecto del WBA, el Impact Forum -evento de referencia de impacto en España liderado por la Fundación Ship2B – organizó una sesión donde junto con Victoria Márquez-Mees, miembro destacado del patronato del WBA, desvelamos la oportunidad que el WBA supone para las 23 empresas españolas elegidas en el Ranking. 

Nuestro deseo desde Transcendent es que las empresas españolas lideren las primeras posiciones del Ranking. Algunas compañías como Telefónica han logrado estar en la primera posición del ranking en Inclusión Digital. Como aliados y socios del WBA queremos que las 23 empresas españolas lideren el Ranking del WBA, demostrando así su compromiso con la sostenibilidad y los ODS y que muchas otras empresas, al ver su ejemplo, esfuerzo y éxito, sigan su legado. 

Lo queramos o no nuestra empresa influye y contribuye de manera positiva a un mundo mejor…  éste es nuestro propósito y nuestra razón de ser en Transcendent. Ayudar a las empresas a transcender y dejar su huella en la sociedad a la que sirven y ¿por qué no? Liderar el Ranking Mundial de las empresas mas comprometidas con las personas y el planeta. 

La burbuja ESG

Burbuja ESG naturaleza

Sin duda la inversión sostenible es una palanca clave para impulsar el cambio de paradigma empresarial. No obstante, cada vez es más importante disponer de transparencia para que dichos flujos de inversión vayan destinados verdaderamente a activos sostenibles. En esta línea creemos que la taxonomía europea traerá claridad y permitirá a los inversores focalizar sus esfuerzos en aquellas inversiones que verdaderamente abordan problemas sociales y medioambientales. 

Compartimos con vosotros el artículo escrito por Kenneth P. Tucker donde habla de manera muy gráfica sobre esta burbuja ESG y la importancia de la alineación entre los flujos de inversión, el compromiso de las empresas, junto con la acción ciudadana y una política gubernamental más urgente y agresiva para cambiar la mentalidad y las reglas del sistema.

Artículo «Una fantasía de un trillón de dólares», por Kenneth P. Tucker

El Observatorio de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica en Mauna Loa, Hawai, informó que los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera habían alcanzado las 419 partes por millón, los niveles más altos registrados en más de 4 millones de años.

Ese mismo día, BlackRock, el administrador de activos más grande del mundo, anunció otro hito: había recaudado 1.250 millones de dólares para su fondo de inversión para la transición de carbono de Estados Unidos. El fondo negociado en Bolsa más grande de la historia. El fondo es un reflejo de lo que el CEO de BlackRock, Larry Fink, comunica a sus clientes: “no vemos a la empresa a como un observador pasivo» cuando se trata de combatir el cambio climático.

Ver al gestor de activos más grande del mundo actuar como un agente social y ambiental debería ser motivo de optimismo. En cambio, representa una especie de juego de Kabuki en cinco actos, según Kenneth P. Pucker.

Acto I: Las empresas se dan cuenta de su responsabilidad de abordar los crecientes desafíos sociales y ambientales.

Acto II: La clase académica empieza a investigar sobre el tema.

Acto III: Las agencias de calificación, los consultores y otras instituciones financieras se apresuran a crear productos ambientales, sociales y de gobernanza (ESG), destacando la oportunidad que supone para que las empresas y los inversores obtengan un desempeño financiero superior y un impacto social y ambiental. Un círculo en el que todos ganan.

Acto IV: Los inversores reconocen lentamente que la inversión ESG, como se practica actualmente, probablemente no conducirá a un rendimiento financiero mayor y, en su mayoría, no se preocupa por el impacto planeta.

Acto V: Despertar a las oportunidades y los límites de la inversión para abordar los crecientes desafíos sociales y ambientales.

¿Dónde estamos ahora mismo? Nos encontramos en el intermedio después del tercer acto. A medida que la inversión ESG se ha acelerado, el planeta ha experimentado las dos décadas más cálidas registradas, la Antártida se ha derretido, la desigualdad de ingresos en Estados Unidos se ha disparado y las especies han estado desapareciendo a un ritmo nunca antes visto durante milenios. El Dow Jones Industrial está alcanzando nuevos máximos y los gestores de activos están cobrando altas comisiones para supervisar una nueva categoría de inversión cada vez más popular: la inversión ESG.

Esto es lo que está mal. Los inversores finalmente se están tomando en serio la inversión ESG. Pero, como se practica actualmente, la mayoría de las inversiones ESG tienen poco o ningún impacto social o ambiental.

Las empresas despiertan

Timberland, una empresa de calzado y ropa que por entonces valía miles de millones de dólares estaba a la vanguardia de una cohorte de empresas comprometidas con la sociedad y el medio ambiente. La compañía amplió uno de los primeros informes de responsabilidad social corporativa (RSC) en 2002, pagó a los empleados por 40 horas de servicio comunitario e instaló energía renovable en su centro de distribución y sede corporativa. Timberland creía que las empresas tenían un papel que desempeñar para abordar los crecientes desafíos sociales y ambientales.

A pesar de los esfuerzos incipientes de Timberland, en ese momento la corriente predominante en los negocios, en el mundo académico y en Wall Street era que la Responsabilidad Social Empresarial era, en el mejor de los casos, una distracción. 

Sin inmutarse, los primeros practicantes de la Sostenibilidad Empresarial recibieron el apoyo de un creciente grupo de ONG y consultores deseosos de ayudar a las empresas a definir e informar sobre su impacto social y ambiental.

En 1997, se formó la Global Reporting Initiative (GRI) con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente para crear el primer marco integral de informes de sostenibilidad. “A principios de la década de 2000, existía la creencia de que la divulgación de la sostenibilidad era el ingrediente que faltaba”, dice Ralph Thurm, ex director de operaciones de GRI. «Los datos permitirían a los consumidores e inversores presionar a las empresas para que se volvieran más sostenibles, brindando beneficios a las personas y al planeta».

Con el tiempo, la visión de Wall Street de lo social y medioambiental pasó de la enemistad a la indiferencia. 

Arrancan las investigaciones 

Un estudio de 2012 comenzó a cambiar el sentimiento de los inversores. Este estudio colaborativo entre académicos de las escuelas de negocios de Harvard y Londres examinó 90 empresas «gemelas», cada una en la misma industria (por ejemplo, Walmart y Kmart Corp.), una clasificada como «alta sostenibilidad» y la otra como «baja sostenibilidad». 

Durante los primeros seis años, los movimientos del precio de las acciones de las empresas de alta y baja sostenibilidad fueron casi idénticos. Sin embargo, cuando se comparan durante un período de 18 años, los autores descubrieron que las empresas de alta sostenibilidad superaron a las de baja sostenibilidad en un promedio de 480 puntos básicos.

Cómo la investigación fomentó un bombardeo de marketing

Armado con estos estudios, el motor de ventas de Wall Street se puso en marcha. Goldman Sachs y BlackRock realizaron adquisiciones y nuevas contrataciones para respaldar el lanzamiento de nuevos productos de inversión ESG, y la investigación de Morgan Stanley y otras empresas «ayudó a disipar las preocupaciones de que los inversores tienen que sacrificar los rendimientos para hacer el bien», como escribió The Wall Street Journal en 2016. Las empresas de inversión pasaron colectivamente de negar la sostenibilidad a convertirse en feroces defensores de ella.

Es difícil exagerar el cambio en los flujos de fondos que generó esta narrativa de beneficio mutuo. Hace apenas cinco años, el término inversión ESG todavía era bastante nuevo. Ahora, según la Global Sustainable Investment Alliance (GSIA), uno de cada tres dólares invertidos a nivel mundial se invierte en activos ESG. En los últimos dos años, las aportaciones a los fondos ESG han sido casi el doble de las del resto de acciones.

El tamaño desconocido del mercado es una señal de advertencia

No existe una definición común o un marco legal para los activos ESG. Según Financial Times, «ESG es, en muchos sentidos, el sueño de marketing de un banco, precisamente porque está tan vagamente definido».

Sin barreras de seguridad, los administradores de activos pueden construir carteras con la marca ESG de la forma que deseen. 

Los reguladores, particularmente en Europa donde ESG tiene una historia más larga, entienden que esto no puede continuar sin control. En Bruselas, la Unión Europea está trabajando hacia una taxonomía que rija lo que se puede comercializar como un activo sostenible o ESG. 

En Estados Unidos la Comisión de Bolsa y Valores ha creado un grupo de trabajo sobre clima y ESG, y el CFA Institute está redactando un nuevo conjunto de estándares para los gestores de activos. Mientras tanto, el lavado verde en la industria de la gestión de activos continúa sin cesar. 

Las calificaciones y la inversión ESG no están diseñadas para promover el impacto ambiental y social. 

Los informes de sostenibilidad no presentaron desafíos sistémicos. La inversión ESG, como se practica actualmente, tampoco lo hará.

Despertar: existe evidencia de que las finanzas pueden ser una fuente de cambio ambiental positivo

Más allá del juego del ESG, hay buenas noticias. La presión de los inversores y los ciudadanos ha llevado a más de 1.000 empresas a comprometerse con objetivos basados ​​en la ciencia para ofrecer resultados medioambientales para proteger el planeta. Tanto las empresas como los países han acelerado recientemente sus compromisos con los objetivos de cero emisiones netas de carbono. Japón y la UE se han comprometido a convertirse en cero emisiones netas para 2050 y China para 2060. 

Al mismo tiempo, las reducciones drásticas en los precios de la energía renovable y las baterías hacen que sea antieconómico agregar nueva capacidad de combustibles fósiles en la mayor parte del mundo. El apoyo del gobierno a tecnologías como la energía del hidrógeno, la agricultura regenerativa y el reciclaje de plásticos, y una urgencia más ampliamente compartida de abordar la disrupción ambiental, está impulsando el flujo de capital hacia soluciones tecnológicas climáticas como baterías y cemento y acero limpios. Esto está produciendo soluciones emocionantes y transformadoras en campos que incluyen energía renovable, materiales de base biológica y transporte.

Los inversores y los accionistas también están demostrando que las finanzas pueden ser una fuente de impacto social y medioambiental positivo. 

Las tres preguntas que deberían hacerse los inversores ESG

Hasta que estas herramientas se adopten ampliamente, los inversores que busquen un impacto ESG deberían hacer tres preguntas simples a los gestores de activos para determinar la probabilidad de que un fondo esté diseñado para generar resultados ambientales y sociales positivos:

1. ¿Qué porcentaje de su fondo se dedica a soluciones ambientales o sociales?

2. ¿Cómo mide el impacto ambiental y social?

3. ¿Cómo evalúa el desempeño de la gestora de fondos?

Las respuestas a estas preguntas permitirán diferenciar el grano de la paja y distinguir los fondos comercializados por ESG de los fondos comprometidos con ESG.

El sector privado tendrá que ser un socio cada vez más activo y auténtico para abordar los desafíos sociales y ambientales. Sin embargo, los gobiernos y las políticas deben liderar estos desafíos. 

Para hacerlo, se requieren nuevas reglas, incluidos los precios del carbono y el agua que reflejen los costes sociales, mandatos de electricidad limpia, compromisos para retirar los vehículos con motor de combustión interna de las carreteras, impuestos a las corporaciones e individuos que sean justos y exigibles, e incentivos de nuevas soluciones para sectores difíciles de descarbonizar. 

La financiación del Green New Deal de la UE vinculada al progreso medioambiental de cada país es un modelo a imitar, mientras que la reincorporación de Estados Unidos a la comunidad global al asumir compromisos agresivos para electrificar y descarbonizar es una buena noticia. Es así cómo tuvo lugar el estallido de la burbuja ESG.

También lo es la mayor preferencia de los inversores por los activos ESG y los esfuerzos por estandarizar los informes de sostenibilidad y regular la inversión ESG. Dicho esto, no espere que estos cambios aborden adecuadamente los problemas sociales y ambientales. Ese trabajo también debe provenir de la acción ciudadana y de una política gubernamental coordinada más urgente y agresiva para cambiar la mentalidad y las reglas del sistema.

Fuente: Kenneth P. PuckerInstitutional Investor “The trillion dollar fantasy” 

¡Descubre más en el blog de Transcendent!

El XXIV Congreso Nacional de Empresa Familiar gira en torno a la Sostenibilidad

Su Majestad el Rey congreso empresa familiar

La Empresa Familiar comienza su XXIV Congreso Nacional en Pamplona con una declaración en la que reafirma su compromiso con la sostenibilidad económica, social y medioambiental.

El XXIV Congreso Nacional de Empresa Familiar, inaugurado por el Rey de España, Felipe VI, se celebra en Pamplona los días 24, 25 y 26 de octubre. El encuentro de este año girará en torno a la Sostenibilidad en las empresas familiares y al reto de la incorporación del propósito y de la transformación hacia el nuevo capitalismo de impacto de este tipo de empresas.

El encuentro, que recupera su formato presencial tradicional tras la edición online del pasado año, es una cita organizada por el Instituto de la Empresa Familiar (IEF) a la que está previsto que acudan más de 500 empresarios de empresas familiares de toda España.

El congreso, convertido en uno de los foros empresariales más importantes de España, contará también con personalidades políticas como el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, cuya presencia final todavía está pendiente de confirmación, y el líder de la oposición y presidente del Partido Popular, Pablo Casado.

A lo largo de los tres días se celebrarán numerosos actos, con mesas redondas, presentaciones magistrales y entrevistas con representantes de la empresa de toda España. 

La mesa redonda sobre «La revolución del impacto» contará con la intervención por videoconferencia de Sir Ronald Cohen, referente internacional de la economía de impacto, y de modo presencial abordarán este tema María Herrero, socia de Transcendent, Ainhoa Grandes, presidenta de la Fundación Ship2B; Teresa Guardans, co-fundadora de Oryx Impact, y Alejandra Mitjans, directora de Ashoka España.

Al encuentro también acudirá Paul Polman, ex CEO de Unilever, presidente de Imagine, y uno de los grandes referentes de la economía de impacto en el mundo.

Para ver la agenda del evento pinche aquí.

El último informe de las empresas para alcanzar el ODS 2: el Hambre Cero

Índice de Acceso a las Semillas

Esta tercera edición del Access to Seeds Index o Índice de Acceso a las Semillas, evalúa a 67 empresas por sus esfuerzos de poner sus productos a disposición de los pequeños agricultores en tres regiones: Asia meridional y sudoriental, África oriental y meridional, y África occidental y central.

La World Benchmarking Alliance (WBA) ha publicado los resultados del Access to Seeds Index de este año. Este índice evalúa la contribución de las empresas productoras agrícolas en la consecución del Objetivo de Desarrollo Sostenible 2: Hambre Cero. El índice muestra los resultados de 32 grandes empresas presentes en África Occidental y Central y de otras 32 compañías de África Oriental y Meridional.

Dado que los pequeños agricultores son los principales productores de alimentos en los países con menores ingresos, su acceso a semillas de buena calidad de variedades mejoradas es un elemento esencial para garantizar que la población de estas regiones tenga acceso a alimentos suficientes, seguros y nutritivos. Las empresas de semillas desempeñan un papel clave para garantizar este acceso.

El Índice de Acceso a las Semillas 2021 muestra que, en su conjunto, las empresas están ofreciendo carteras de cultivos diversificadas con cultivos más resistentes para apoyar a los pequeños agricultores que se enfrentan al cambio climático. En comparación con 2019, se han identificado más empresas que están invirtiendo en buenas prácticas agronómicas para que los pequeños agricultores aumenten el rendimiento de sus cultivos.

También se ha identificado una mejora de la gestión debido al uso de las nuevas tecnologías para comunicarse con los pequeños agricultores de zonas remotas, especialmente desde la pandemia del COVID-19. Sin embargo, faltan programas de formación dirigidos a la nueva generación de agricultores, especialmente a las mujeres.

Si desea descubrir más información sobre el Access to Seeds Index, haga clic aquí. ¡Descubre más en nuestro blog!

Primer Barómetro del Propósito Empresarial

Barómetro del propósito empresarial

Analiza las respuestas de casi 300 directivos en lo que se refiere a conocimiento, activación, liderazgo, barreras y comunicación transversal del propósito en las empresas.

APD (Asociación para el Progreso de la Dirección) y Transcendent, la firma de consultoría española especializada en impacto empresarial y gestión de activos ESG, hemos organizado un encuentro para presentar las conclusiones del Primer Barómetro del Propósito Empresarial en España.

El encuentro tendrá lugar el próximo 8 de julio de 10-11h y contará con la participación de José Armando Tellado, director general de Capsa Food, Ignacio González, CEO de Nueva Pescanova, y Ana Claver, Managing Director, Head of Iberia, US Offshore & Latam de Robeco.  Todos ellos analizarán cómo sus organizaciones han activado el propósito y cómo intentan convertirlo en una palanca estratégica para mejorar la rentabilidad de sus empresas aspirando a generar impacto positivo.

Este Barómetro, elaborado a partir de una encuesta a casi 300 directivos, ha evaluado el grado de activación del propósito en las empresas como palanca para mejorar sus resultados, así como la percepción que tienen los directivos acerca de quién tiene que liderar la gestión del propósito y el grado de engagement que genera en los empleados, entre otras cuestiones.

El encuentro será presentado por Enrique Sánchez de León, consejero director general de APD, y moderado por Angel Pérez Agenjo, socio director de Transcendent.

Las conclusiones nos van a permitir comprender mejor las tendencias y desafíos en la definición, activación, medición y comprensión del valor que el propósito genera para las empresas y para sus grupos de interés.

Si quieres saber más sobre el Barómetro del Propósito Empresarial puedes descargarte el informe aquí. ¡Descubre más sobre Transcendent en nuestra web!

¿Usas información no financiera para mejorar tu negocio?

Dinero y sostenibilidad

¿Reporte ESG? Sí, pero también…

Gestiona tus activos ESG para generar impacto y mejorar la rentabilidad de tu empresa. El mero reporte de información ESG ya no es suficiente ni diferenciador. La gestión activa de aspectos materiales de reporte ESG se está convirtiendo hoy en una ventaja competitiva. Referentes mundiales como SASB o GRI ya llevan tiempo trabajando en esta dinámica.

¿Qué es gestión activa del ESG?

La preocupación por una gestión activa de los aspectos ESG, en español ASG (siglas de Ambientales, Sociales y de Gobernanza) cada día está más presente en los Consejos de Administración de las compañías.

Este término, que proviene del mundo de la inversión y que refleja los criterios no financieros que muchos ya utilizan a la hora de valorar sus inversiones potenciales, pone de manifiesto la necesidad que las compañías tienen de incorporar el impacto social y medioambiental en el centro de su actividad para ser rentables en el medio y largo plazo.

¿Por qué realizar reporte ESG?

Muchas empresas están ya buscando formas de gestionar activamente sus aspectos ESG como forma de mejorar su puntuación en los ratings ESG y, por tanto, de facilitar el acceso al capital, adaptarse a la regulación en constante evolución, no perder su cuota de mercado frente a los competidores y aprovechar todas las oportunidades que este tipo de práctica les ofrece.

Transformación competitiva

El 93% de los CEOs* consideran importante la incorporación de la sostenibilidad en el centro de sus empresas y están focalizando sus esfuerzos en esta dirección. Este movimiento está llevando a la trasformación del día a día de sectores enteros y al reposicionamiento de muchas empresas, lo que exige avanzar para no quedarse atrás.

UNCG “CEO Study on Sustainability”, 2019

Nuevas oportunidades

La gestión proactiva de aspectos ESG pueden traducirse en:

  • Oportunidades de innovación con impacto (nuevos modelos de negocio, productos/ servicios, segmentos de cliente).
  • Mayor eficiencia, repensando la forma de hacer operativa su actividad
    (“hacer más con menos”).
  • Disminución de riesgos y mejora del posicionamiento.

Regulación del reporte ESG

La regulación está avanzando a gran velocidad en esta dirección buscando crear mayor trans- parencia y capacidad de comparación en torno a la contribución que las empresas hacen a la sociedad y al medioambiente. Gran parte de esta regulación viene impulsada desde la Unión Europea y tiene un impacto directo en cómo las empresas operan y reportan su desempeño. Ejemplos en esta dirección son:

  • Ley 11/2018 de reporte de Información no Financiera.
  • Pacto Verde de la UE.
  • EU Sustainable Finance Action Plan. Fondos de reestructuración focalizados en sostenibilidad y cohesión.
  • La UE está ultimando su Recomendación acerca de la Directiva de Información No Financiera (NFRD).

Acceso al capital

Alrededor de 30 trillones de dólares, un tercio de los activos gestionados profesionalmente a nivel mundial, ya están sujetos al cumplimiento y seguimiento de criterios ESG.

Sólo entre abril y junio del 2020, los inversores invirtieron más de 70 billones de dólares en Fondos ESG lo que indica el fuerte crecimien- to de este tipo de inversiones. Además, el 75% de los inversores aplican principios ESG a al menos una cuarta parte de su cartera de inversión.

¿Por qué Transcendent puede ayudarte en el reporte ESG?

Transcendent es una consultora especializada en Impacto Empresarial de referencia en España. Disponemos de amplia experiencia en acompañar a todo tipo de compañías en la gestión de los aspectos de reporte ESG, convirtiéndolos en una palanca de mejora de su actividad.

Contacta con nosotros en gestionactivaESG@transcendent.es

Transcendent se incorpora al club de aliados de la World Benchmarking Alliance (WBA)

Logo WBA Alliance

Transcendent se incorpora al club de aliados de la Word Benchmarking Alliance (WBA)

Transcendent, la firma de consultoría española especializada en Impacto Social Empresarial, se ha convertido en aliado de referencia de la WBA (World Benchmarking Alliance) en nuestro país. Esta organización internacional con sede en Holanda trabaja para crear un ecosistema que incentive y acelere los esfuerzos de las compañías en la consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que las Naciones Unidas definieron en el año 2015.

La World Benchmarking Alliance, creada entre otros por la Fundación de las Naciones Unidas, cuenta con más de 150 miembros entre los que cabe destacar empresas privadas, organismos internacionales y de la sociedad civil como UNICEF, ABN-Amro, Oxfam, Thompson Reuters, Aviva, ING, WWF y Cambridge University entre otros. Cabe señalar que WBA cuenta con el apoyo del gobierno holandés, británico y alemán.

El cambio climático, los derechos humanos, la inclusión digital, la igualdad de género, la transformación social y la agricultura sostenible son los ejes troncales de la actuación de la WBA, que con carácter global y de forma sistemática analiza para impulsar la puesta en marcha de todo tipo de medidas que permitan avanzar en el cumplimiento de los ODS marcados por las Naciones Unidas.

“Estamos muy satisfechos de dar la bienvenida a Transcendent a nuestro club y deseando colaborar con ellos en nuestra misión de crear un movimiento que incentive el impacto empresarial -particularmente con las 21 compañías españolas que conforman el SDG2000– trabajando por un futuro sostenible para todos”, ha asegurado Paulina Murphy, Engagement Director de la World Benchmarking Alliance.

En este sentido, la inclusión de Transcendent en esta alianza supone para la consultora española un espaldarazo a su gestión y a su foco de actuación, que gira en torno a la aceleración del impacto social empresarial ayudando a las empresas españolas a incorporar tanto el impacto social como el medioambiental en el centro de su actividad.

«En Transcendent trabajamos todos los días para incorporar el impacto social y medioambiental en el centro del negocio de nuestros clientes. Adherirnos a la alianza WBA es un paso natural para nosotros, en tanto que queremos contribuir a dar forma al sector privado de manera que las empresas avancen hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, del mismo modo que la WBA viene haciendo hasta ahora. Creemos que la medición y el análisis son claves para fomentar el impacto empresarial y el que realiza la WBA va por delante en esta carrera de fondo de conseguir que esto sea una realidad», ha explicado Angel Pérez Agenjo, fundador y Leading Partner de Transcendent.

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