El propósito en las empresas es rentable

El propósito en las empresas

Las empresas con propósito doblan su valor de mercado cuatro veces más rápido que las demás y además registran un rendimiento del capital mayor del 5,9%. Sin embargo, el propósito tiene un impacto positivo que va mucho más allá de la cuenta de resultados de las compañías ya que genera también muchos otros beneficios.

El 2020 ha sido un año de desafíos sin precedentes que ha puesto en evidencia las vulnerabilidades de la globalización y del capitalismo tal y como lo conocemos. Aún en medio de la crisis, las empresas están revisando su papel en la sociedad y sus estrategias para ver cómo, en lugar de volver a la normalidad y al business as usual, pueden ser parte de la solución y contribuir a los esfuerzos globales de reconstruir una economía más sostenible y resiliente en la era post COVID-19.

En este panorama de incertidumbre, el propósito empresarial ha ido cobrando cada vez más importancia y, con el tiempo, ha pasado de ser una frase bonita e inspiradora a un requisito para el éxito

Si te estás preguntando por qué ahora el propósito es omnipresente y se ha consolidado como una tendencia global, aquí encontrarás las respuestas que buscas.

El propósito es rentable

El propósito es una palanca estratégica de generación de valor y su rentabilidad está más que demostrada. El estudio de reciente publicación Return on Purpose de Fortuna Advisors y CEO Investor Forum evidencia, entre otros, que las empresas con un propósito definido e integrado, cuyo enfoque es centrarse en la maximización de sus resultados financieros y en el bienestar común, obtienen un mejor desempeño, una valoración de mercado más alta y crean más valor para el accionista comparadas con el resto.

Las empresas con propósito doblan su valor de mercado cuatro veces más rápido que las demás y además registran un rendimiento del capital mayor del 5,9%. Sin embargo, el propósito tiene un impacto positivo que va mucho más allá de la cuenta de resultados de las compañías ya que genera también muchos otros beneficios.

Mejora la reputación y la legitimidad para operar

Sin un propósito, ninguna empresa, ni pública ni privada, puede alcanzar su máximo potencial…Para prosperar con el tiempo, cada empresa no sólo debe ofrecer resultados financieros, sino también mostrar cómo hace una contribución positiva a la sociedad” escribió Larry Fink, CEO de BlackRock, en una de sus cartas.

Al declarar públicamente su propósito, una empresa pone de manifiesto su compromiso y los beneficios que aporta a sus grupos de interés y a la sociedad en su conjunto y eso, claramente, mejora su reputación. Por lo tanto, aquellas empresas que definen y activan su propósito, reducen significativamente el riesgo de que se produzca un escándalo corporativo que erosione su licencia para operar. Y esto es aún más importante en la era digital actual donde, todo lo que hacemos o, peor aún, lo que no hacemos, es de dominio público gracias a Internet.

Atrae, retiene y motiva el talento

Atraer, retener y motivar el talento es muy difícil y, en algunos sectores, más que en otros. El propósito empresarial es un elemento diferenciador que puede ser beneficioso para esos tres aspectos dado que, desde el punto de vista de gestión de los Recursos Humanos, constituye una verdadera estrategia de employer branding.

El 82% de los empleados opinan que el propósito es importante. Este dato es significativo sobre todo en los procesos de reclutamiento y para los más jóvenes cuya mayor aspiración es desempeñar su trabajo en organizaciones que contribuyen al bienestar de la sociedad y del planeta. En el caso de los empleados ya contratados de empresas con propósito, sabemos que se sienten más motivados y su sentido de pertenencia es más fuerte por lo que los niveles de rotación disminuyen notablemente.

Fideliza a los clientes

El propósito enfatiza la contribución única y distintiva que la empresa aporta a los grandes problemas a los que nos enfrentamos. Por esa razón, tiene el potencial de generar relaciones más sólidas con sus clientes los cuales tienden a sentirse más atraídos por compañías que transmiten autenticidad y que ellos consideran ser dignas de su confianza.  Según una encuesta realizada por Porter Novelli en 2019, los consumidores declaran que, cuando una empresa actúa guiada por su propósito, son más propensos a: comprar sus productos y servicios (86%) confiar en ella (86%) y a ser más leales (83%).   

Aumenta el interés de los inversores

Los inversores integran cada vez más en sus decisiones criterios ESG y se interesan por el desempeño social y ambiental de las compañías. El Global Impact Investing Network (GIIN) en su último informe evidencia como en apenas tres años el mercado global de la inversión de impacto se ha multiplicado por siete alcanzando un volumen de 715.000 millones de euros. Sin lugar a duda, las empresas cuyo propósito está integrado en el core del negocio y que maximizan su impacto positivo, están mejor posicionadas frente a los inversores y logran financiar su deuda a una tasa de interés menor que su competencia.

Fomenta la innovación

Un estudio de McKinsey reveló que las empresas con propósito tienden a rediseñar productos y servicios y a buscar soluciones innovadoras que utilizan menos recursos naturales, que satisfagan necesidades específicas o que impliquen una mejora de la eficiencia operativa o el ahorro de costes. El propósito, la sostenibilidad social y ambiental y la innovación están fuertemente relacionados y son mutuamente dependientes.

Si te ha parecido interesante y quieres saber más sobre cómo definir y activar el propósito en tu empresa para liderar transición hacia una economía de impacto, no dudes en ponerte en contacto con nosotros en info@transcendent.es o consultar nuestro blog.

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